Presta atención a las clases previas al examen, pues se suelen hacer repasos y ejercicios que tienen que ver con lo que se preguntará.
Lo que el profesor marca como ‘importante’ es casi siempre tema de examen.
Imagina ser tu propio profesor, respondiendo lo que creas que él te preguntará.
Trata de llegar con una actitud serena a la prueba. De los nervios no sacas nada y por el contrario pueden desconcentrarte.
Intenta responder todas las preguntas. Así si estas inseguro en algunas respuestas, recuerda que conocimientos están ligados entre sí, y puede ser que aquello que no sabes tiene relación con un tema que conoces bien. Siempre acude a tu sentido común y a tu lógica.
Regla de oro: antes de contestar, asegúrate de haber comprendido bien la pregunta.
Si te bloqueas con algún punto en concreto, pasa a otro tema.
Expresa tus ideas con claridad y coherencia.
Las respuestas largas han de ser siempre claras y referidas a la pregunta.
Cuida la caligrafía, el vocabulario y la ortografía.
Lee varias veces la pregunta hasta comprenderla del todo.
Cuando finalices de contestar, utiliza unos minutos para repasar las respuestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario